Todos los que nos movemos en el mundo del deporte sabemos que existen diferentes fórmulas para hallar la FC.Max., siendo la más conocida y usada, debido a su simplicidad, la de FCM = 220 – edad. Pero, ¿es ésta la fórmula más exacta para calcular nuestra frecuencia cardíaca máxima?
¿Qué es la frecuencia cardíaca máxima o FCM?
La frecuencia cardíaca máxima (FCM) es el límite teórico de trabajo de nuestro corazón. Es muy útil durante nuestros entrenamientos, ya que a partir de ella se pueden estimar los porcentajes de frecuencia a los que queremos trabajar:- zona 1= 50-60% calentamiento
- zona 2= 60-70% intensidad leve
- zona 3= 70-80% entrenamiento aeróbico
- zona 4= 80-90% entrenamiento anaeróbico aláctico
- zona 5= 90-100% series HIIT
Las fórmulas más utilizadas
¿Cuál debemos aplicar a nosotros mismos?
Buscando información encontré un interesante estudio sobre el “empleo de ecuaciones para predecir la frecuencia cardíaca máxima en carrera para jóvenes deportistas”, de los profesores Joao Carlos Marins y Manuel Delgado Fernández, publicado en los Archivos de medicina del deporte en 2007.En este estudio, realizado sobre una muestra de 86 hombres y 37 mujeres deportistas, se compararon las mediciones de frecuencia cardíaca máxima arrojados por pulsómetros con cada una de las ecuaciones que pueden predecir la FCM. De todas las ecuaciones evaluadas (más de 50) solamente demostraron ser eficaces 10 en el caso de los hombres, y 16 en el de las mujeres.
La fórmula que más se acercó al resultado fue la de Tanaka (FCM = 208,75 – [0,73 * edad]), mientras que la clásica de 220 – edad fue desestimada por no considerarse adecuada como predictora de la FCM.
Así que, si queréis conocer vuestra FCM de una forma más precisa, utilizad la fórmula de Tanaka: una simple ecuación que os ayudará a establecer zonas de entrenamiento y maximizar vuestros resultados.
Si quereis obtener resultados más precisos, os recomiendo que leais también este post (PINCHA AQUÍ) acerca del uso del pulsómetro, dónde se detalla con exactitud, y basándonos en los datos obtenidos de la medición de la frecuencia basal (en reposo de cada deportista), el cálculo de las zonas de trabajo.