juanluvenegas
jueves, 26 de marzo de 2015
CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE SUEÑO
El sueño es vital para poder llevar a cabo un buen rendimiento en nuestro día a día y la falta de éste nos lleva a reducir nuestras capacidades cognitivas. La falta de sueño no sólo afecta a nuestro cerebro, también tiene consecuencias en nuestro cuerpo.
-Metabolismo de la glucosa. Parece ser que la restricción del sueño a largo plazo puede reducir la tolerancia a la glucosa en un 40%. Esto quiere decir que cuando nuestro descanso es menor a unas 6 horas, nuestro cuerpo tiende a realizar una inadecuada administración de glucosa, lo cual provoca una menor tolerancia de la glucosa y mayor concentración de cortisol en la sangre. Esta menor tolerancia es un factor de riesgo para la diabetes de tipo 2.
-Aumento del apetito. Diferentes estudios han mostrado como periodos cortos de sueño aumentan el índice de masa corporal. El escaso descanso se asocia a cambios en las hormonas que controlan el hambre, como los niveles de leptnia (reductora del apetito) y grelina(estimulante del apetito). Por eso cuando nos desvelamos por la noche tenemos la sensación de querer abrir la nevera o la despensa y comernos los alimentos más apetitosos que haya, además de que pasar más horas despierto te lleva a comer y beber más de lo normal.
-Menor gasto de energía. Aunque pueda parecer lo contrario, ya que uno piensa que si está más tiempo despierto tendrá mayor gasto de energía, parece ser que esto no es así. Las personas que tienen menor horas de descanso tienen menor probabilidad de ser físicamente activas, ya que hay más sensación de cansancio y nos lleva a tener una vida más sedentaria.
-Afecta al sistema inmunológico. También a través de estudios se ha comprobado que la falta de sueño afecta a nuestro sistema inmune, ya que este actúa de forma diferente ante el estrés. La diferencia que se encuentra en personas con un sueño irregular son los altos niveles del marcador conocido como interleuquina 6, el cual causa mayor inflamación y nos pone en riesgo de sufrir diversos problemas de salud mental y física.
Los médicos recomiendan dormir alrededor de 8 horas en adultos, en adolescentes y niños las horas de sueño aumentan entre 9 y 10-12 respectivamente. El sueño debe efectuarse de forma regular, manteniendo un horario constante y evitar comidas copiosas y líquidos antes de dormir para mejorar la calidad de nuestro sueño.