Los alimentos complementarios pueden incluirse a diario en varias preparaciones y aportan numerosos beneficios al organismo, este es el caso de las emillemillas de lino.
Estas semillas constituyen una de las fuentes más ricas del reino vegetal, sus beneficios se relacionan con su contenido nutricional, debido a que contienen 3 elementos fundamentales que influyen sobre la salud, un alto contenido de ácido linoleico, una gran cantidad de fibra alimentaria soluble e insoluble y una gran cantidad de lignanos, estos son fitoestrógenos, es decir, químicos vegetales con efecto similar al de las hormonas, que ayudan a proteger contra algunos tipos de cáncer.
Las semillas de lino cuenta con propiedad es antioxidantes, son anticoagulantes, antiinflamatorios, ayudan a disminuir el nivel de colesterol y además aumentan las defensas del organismo.
Permiten tratar el estreñimiento crónico, ya que lubrica el conducto digestivo, haciendo que las heces sean más blandas, regenera la flora intestinal, y regula los procesos de putrefacción y fermentación.
Presenta una acción antiinflamatoria y emoliente, que favorece la regeneración de la mucosa digestiva dañada. Tiene una acción resolutiva, antiespasmódica, y sedante, por lo que es efectivo en las molestias respiratorias como la bronquitis o en los cuadros de catarro.
Estas semillas de lino pueden prevenir el cáncer debido a los lignans, esto son el soporte del sistema hormonal femenino, y al ácido graso alfa-linolénico que contienen.
Se puede consumir 1 cucharada de estas semillas a diario, preferentemente molidas con la batidora, y se la puede agregar a preparaciones de panes, galletas caseras, incluyéndolas también en los yogures, ensaladas, sopas, cereales del desayuno, copos, granola e incluso al queso untable para las tostadas.
Es importante triturar las semillas, ya que de ese modo se rompe la dura capa exterior, lo cual permite que las enzimas humanas tengan un mejor acceso a los elementos beneficiosos contenidos en las semillas de lino.
