Seguro que en más de una ocasión hemos sentido
acidez de estómago a la hora de entrenar y esto nos ha impedido realizar el entrenamiento de manera adecuada.
La acidez por norma general se traduce en un
ardor estomacal
que nos sube por todo el cuerpo hasta la garganta y que hace que nos
sintamos mal en rasgos generales. Por ello es necesario saber cómo evitarla, pero para ello es importante conocer antes las causas que la ocasionan.
Motivos por los que aparece
La acidez se debe principalmente a que
la válvula que separa el esófago del estómago no se cierra bien.
En este caso lo que sucede es que los ácidos que intervienen en la
digestión acaban por impregnar todo el aparato digestivo, produciendo en
nosotros esa desagradable sensación de acidez. Pero a veces las causas
son meramente nutricionales o a causa de una hernia de hiato que beberá
ser diagnosticada por un médico y tratada. Aunque en muchos casos se
produce por la realización de ejercicio.
La acidez en el deporte
Normalmente la actividad en la que aparece más la acidez suele ser
la carrera.
Esto suele deberse sobre todo al riego sanguíneo. Al hacer ejercicio el
riego se concentra en las partes utilizadas para la ejecución de ese
ejercicio, relegando a un segundo plano el aparato digestivo. Esta
escasez de riego lo que hace es que la válvula que debe cerrarse no lo
haga del todo, propiciando la aparición de la acidez. Por ello lo
recomendable es no acudir nunca a hacer ejercicio con el estómago lleno,
de este modo evitaremos situaciones como esta.
Importancia de la alimentación
Pero
la alimentación tiene una parte de protagonismo
importante a la hora de hacer que aparezca la temida acidez. Seguir una
dieta inadecuada puede ser la causa de este malestar. Se recomienda reducir drásticamente la ingesta de cafeína
o sustancias excitantes, además de picantes en exceso o alimentos muy
ácidos como el tomate o los cítricos. El abuso de las grasas y los
fritos es también una causa de acidez de estómago.
Medidas a tener en cuenta
Por ello es muy
recomendable acudir a entrenar con el estómago vacío
o una hora y media después de haber comido. A esto hay que sumar la
importancia de cuidar la dieta y para ello debemos evitar las comilonas
realizando pequeñas comidas cada tres horas. Si los episodios de acidez
son habituales lo mejor es recurrir a un médico, ya que igual el deporte
no tiene tanta culpa como creemos. Aunque el cuidado y la prevención es
muy importante.