En su variedad de arroz blanco es muy bueno para combatir los casos de malestares provocados por la gastritis, diarrea, afecciones cutáneas y para tratar enfermedades por inflamación osteoarticulares. Asimismo, favorece en los estados de contracturas musculares y traumatismos.
En su calidad de arroz integral permite evitar casos de estreñimiento, hiperlipidemias y es excelente para prevenir la arteriosclerosis. Resulta beneficioso, ya que lo pueden consumir las personas celíacas, dado a que no contiene gluten. Es recomendado para el mantenimiento saludable del corazón, en especial en los casos de hipertensión, ya que es un alimento bajo en sodio.
Cuenta con una composición nutricional de almidón, este es el componente principal del arroz, es un hidrato de carbono presente en los cereales, en las hortalizas radiculares como las zanahorias y en los tubérculos. Contiene naturalmente una gran cantidad de tiamina o vitamina B1, riboflavina o vitamina B2 y niacina o vitamina B3, así como fósforo y potasio.
Permite reducir el colesterol y posee acciones anticancerígenas, ya que entre sus sustancias cuenta con inhibidores de la proteasa, que son encargados de bloquear procesos cancerígenos en estados iniciales y evitan la reproducción de algunos virus. También posee selenio, que es un buen antioxidante que también colabora para evitar procesos cancerosos.
El arroz es una importante fuente de energía debido a que está compuesto principalmente por almidones, refuerza el sistema óseo ya que su cáscara tiene un elevado contenido de silicio. Y además ayuda en el cuidado del corazón, tanto blanco como en su variedad integral, reducen los niveles de colesterol.
Este alimento es un cereal fundamental en la cocina asiática y también en la latinoamericana, es un complemento en los platos principales, y no debe faltar en la dieta diaria.
