juanluvenegas

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lunes, 15 de diciembre de 2014

FALSAS CREENCIAS ¿SABES DE NUTRICIÓN? PARTE 3

 

La mejor dieta es la baja en grasas y alta en carbohidratos

Desde el año 1977 se recomienda a la población seguir una dieta baja en grasas y alta en hidratos. Esta recomendación estaba basada principalmente en decisiones políticas y en estudios de dudosa calidad. De hecho, resulta curioso ver como la epidemia de la obesidad ha emergido especialmente desde este periodo.
Desde entonces, han sido realizados numerosos estudios con el objetivo de examinar los efectos en la salud de este tipo de dieta. Uno de los hallazgos más importantes es que no se ha encontrado una relación entre el consumo de muchos hidratos y menos grasas con la pérdida de peso o la menor probabilidad de aparición de enfermedades cardiovasculares .
Este tipo de dieta puede funcionar en individuos muy activos y con un estado de salud previo bueno, pero para personas obesas y que padezcan síndromes metabólicos o diabetes las dietas altas en hidratos pueden ser muy dañinas.

El aceite refinado de semillas y vegetales es saludable

Algunos estudios muestran como las grasas polinsaturadas disminuyen el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca. Por eso, muchos recomiendan que consumamos aceites vegetales como por ejemplo el de soja, el de girasol o el de maíz.
Sin embargo, debemos saber que existen diferentes tipos de grasas polinsaturadas, principalmente tenemos el Omega-3 y el Omega-6. El Omega-3 proviene principalmente del pescado y de los animales alimentados de forma natural, mientras que las fuentes del Omega-6 son aceites procesados de semillas y vegetales.
Lo cierto es que necesitamos de ambos tipos de grasas para gozar de un cierto equilibrio en nuestro cuerpo . Sin embargo hay que tener cuidado, ya que los ácidos grasos Omega-6 pueden incrementar  el riesgo de inflamación de nuestro organismo, lo cual nos conllevan muchas enfermedades importantes. Es más, los aceites procedentes de semillas y vegetales estás asociados con un incremento significativo de la enfermedad cardiaca.
Por otra parte, esto no se aplica a otros aceites como el de coco o el de oliva, los cuales son bajos en Omega-6 y muy saludables. Por lo tanto, es recomendable consumir ácidos grasos Omega-3 y evitar los Omega-6.

Las dietas bajas en hidratos son ineficaces y potencialmente dañinas

Las dietas bajas en carbohidratos llevan siendo populares desde hace décadas. Al ser altas en grasas, han estado demonizadas tanto por nutricionistas como por medios de comunicación. Muchos expertos señalan que este tipo de dietas no están probadas y que son bastante peligrosas.
Sin embargo, existen varios estudios que señalan múltiples beneficios de este tipo de dietas como:
  • Disminuir la presión arterial.
  • Facilitar la pérdida de pesocomiendo en gran cantidad en comparación con las dietas bajas en grasas y más restrictivas.
  • Aumentar el colesterol bueno(HDL) y disminuir los triglicéridos.
  • Cambiar el patrón del colesterol malo(LDL), convirtiéndolo de pequeño y denso a grande, lo cual es benigno.
  • Mejorar la diabetes tipo II, bajando significativamente el azúcar en sangre y reduciendo la necesidad de medicación.
  • Ser más fáciles de seguir,ya que no es necesario restringir calorías y por lo tanto no se está hambriento durante todo el día.
Las dietas bajas en hidratos no son necesarias para personas sanas y activas, sin embargo sí que pueden ser útiles para combatir la obesidad, el síndrome metabólico, la diabetes tipo II… los cuales están suponiendo grandes problemas de salud en un gran porcentaje de la población.
Por lo tanto, seguir una dieta baja en hidratos es la manera más fácil, saludable y efectiva de perder peso y revertir trastornos metabólicos.