juanluvenegas

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lunes, 24 de noviembre de 2014

4 CLAVES PARA LA NUTRICIÓN POST-ENTRENO


- La reposición del glucógeno múscular y hepático consumido

Los carbohidratos que consumimos son almacenados dentro de nuestro cuerpo en el hígado y en los músculos como glucógeno, para ser utilizados como energía cuando lo necesites.

La intensidad  y duración de tu entrenamiento (además de tu alimentación previa) determinarán como se afecten tus reservas de glucógeno y si quedan vacías o no.
El problema es que nuestro cuerpo almacena cantidades limitadas de glucógeno  en los músculos y el hígado (alcanza para un entrenamiento de  90 minutos) y puede tardar casi 24 horas en rellenar en forma completa los depósitos.

Por ello, si has tenido un entrenamiento duro donde hayas consumido una gran cantidad de glucógeno, es esencial que la nutrición post-entreno te permita reponerlo.


- Permitir la reparación de los daños musculares sufridos

Como consecuencia de los entrenamientos de alta intensidad o duración prolongado se producen daños musculares que debes reparar rápidamente.
La nutrición post-entreno es tan importante para lograr esta reparación, ya que le dará a tu cuerpo los nutrientes necesarios para hacerlo.
Aquí, las proteínas  son los grandes aliados, ya que permiten que se produzcan los procesos de reparación que un corredor necesita.

- Reponer el líquido y electrolitos perdidos al correr

Aunque entrenes en bajas temperaturas, es normal perder líquido y electrolitos mediante la transpiración.
Por ello, como parte del proceso de recuperación, la nutrición post-entreno debe asegurar la recuperación del líquido y electrolitos perdidos.
La intensidad y el volumen del entrenamiento, junto con las condiciones climáticas son los principales factores a tener en cuenta para reponer.
Escucha a tu cuerpo, si tienes sed refuerza tu hidratación y no olvides consumir alimentos ricos en electrolitos.

- Dar soporte al sistema inmunológico.

El entrenamiento intenso (en velocidad o volumen) puede deprimir el sistema inmunológico y hacerte mas propenso a enfermarte.
Las vitaminas C y E, zinc, glutamina y probióticos son sustancias que pueden ayudarte a proteger y dar soporte al sistema inmune.