juanluvenegas

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martes, 10 de junio de 2014

APRENDIENDO A CENAR BIEN......


"Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo”.

El porqué del refrán

El refrán tiene mucho de razón,  ya que cuando más energía hay que meter al cuerpo es en el desayuno; nos queda por delante todo el día y por tanto es el momento de cargar nuestros depósitos de glucógeno. Además hemos estado unas siete u ocho horas durmiendo y no hemos metido nada al cuerpo así que debemos recargarlo con un buen desayuno.

La cena es el caso contrario, es decir, normalmente nos vamos a la cama casi después de cenar o al menos no más de dos horas después, con lo que no tiene sentido recargar los depósitos, con una energía que ya  no vamos a usar, por lo que lo más probable es que se convierta en grasa.

Pero el refrán nos sugiere que comamos muy poco aunque eso no es del todo correcto. Está claro que no hay que llenarse, eso no es bueno en ninguna comida y menos en la cena; con la tripa llena es más difícil conciliar el sueño y además la noche se hace más incómoda con una larga digestión.
Lo ideal es comer lo justo pero sobre todo saber que comer, en concreto dejar a un lado los hidratos simples e incluso los complejos, y comer alimentos más proteicos o alimentos que sacien nuestro apetito a esas horas en las que uno llega a casa con ganas de devorar la despensa.

Alimentos que sacian

Lo ideal en la primera parte de la cena es comer una crema limpia de verduras o unas verduras al vapor que nos sacien lo suficiente. También es muy buena opción una ensalada, aunque tenemos que tener en cuenta que la lechuga es muy indigesta y hay personas que les cuesta digerirla, más aún en la cena, cuando la digestión se va a realizar en un estado muy relajado.

Es hora de la proteína

Otra opción para la segunda parte de la cena es una buena ración de cualquier alimento con alta cantidad de proteínas, y cocinado con poca aceite. Unas pechugas de pavo o de pollo a la plancha, una merluza ó bacalao a la parrilla, unos calamares encebollados o a la plancha o una ración de pulpo con un chorrito de aceite de oliva, un revuelto de tres claras y una yema de espárragos o champiñones … son unas opciones muy saludables que aportan una buena cantidad de proteína al cuerpo, casi nada de hidratos y muy poca cantidad de grasa.

Opta por alimentos limpios de grasa aunque de vez en cuando puedes comer un poco de carne roja para cambiar de proteína cárnica. No olvides que el pescado también es una buena opción siempre y cuando no sea frito.

¿Y de postre?

Si eres de los que no pueden hacer la comida sin comer un postre puedes optar por los frutos secos, pero con cabeza, ya que una alta ingesta no es para nada recomendable.  En el caso de que seas muy goloso opta por el chocolate negro con más de 70% de cacao ya que tiene un índice glucémico muy bajo, pero si puedes mejor deja estos pequeños vicios para otros momentos del día.

Consejo nocturno

Nos hemos hartado de ver en televisión anuncios que recomiendan un tazón de cereales para cenar porque según ellos nos sacian y no es una cena muy copiosa, así te levantarás de mejor humor. Pues bueno no es para nada recomendable realizar una cena así, ya que estás metiendo gran cantidad de hidratos que nos vas a usar y se convertirán en grasa, y lo del buen humor creemos que dependerá de otros factores que no de una simple cena, como por ejemplo que la noche haya sido todo lo propicia que cada uno quiera.
Y por supuesto olvídate de los productos con cafeína y gaseosos. Los primeros porque seguramente te desvelarán y te harán dar mil vueltas en la cama, propiciando que te levantes a media noche y piques cualquier cosa de la nevera. Los segundos, aunque sirven para saciar, ralentizan la digestión y además formarán incómodos gases que te pueden desvelar o molestar durante la noche e incluso a la mañana siguiente.

Están prohibido

Las pizzas, las frituras (croquetas, flamenquines, palitos, nudges de pollo, etc.) el arroz tres delicias, las pastas, las patatas, los bocadillos, lasañas, empanadas, comidas elaboradas con salsas lacteas, pasteles y dulces, postres complejos, bebidas azucaradas y bebidas alcohólicas.