Con las mejoras de las comunicaciones a nivel mundial, han aparecido en el mercado muchas y exóticas frutas llegadas desde lugares muy remotos y han terminado por desplazar a las frutas de toda la vida; un ejemplo claro es la manzana. Según datos estadísticos, el consumo de manzana, como fruta de mesa, ha bajado en los últimos 10 años más de un 30%...
La manzana es una fruta al alcance de todos, la podemos conseguir en cualquiera de sus variedades los 12 meses del año a un precio asequible, por lo que no debe faltar en nuestra dieta. Es una fruta con muchas e interesantes propiedades:
- Nos hidrata, ya que posee más de un 80% de agua
- Contiene pecticina, que previene el cáncer, la diabetes y reduce el colesterol malo en sangre.
- Dependiendo de la forma en que lo consumas varía el efecto que tiene sobre el organismo, si se come con la piel es eficaz contra el estreñimiento y si se consume asada, es saludable contra la diarrea.
- Produce sensación de saciedad, lo que reduce el hambre y el apetito. Es un recurso muy útil si sientes ansiedad de comer.
- Protege y cuida tu corazón
- Se pueden conservar durante varios días, incluso semanas, especialmente en las épocas de frío
- Es una fruta que se consume tal cual sin necesidad de pelarla, por lo que es muy útil para llevar en el bolso o en la mochila de los niños.
- Consumir una manzana después de haber ingerido comidas desequilibradas ayuda a digerir mejor, especialmente si hemos consumido grasas.
- Es diurética y reduce la tensión arterial debido a su alto contenido en potasio.
- Una manzana antes de comer o cenar permite que se comience a hacer la digestión antes y da sensación de saciedad, y así evitaremos llegar con demasiado apetito a la mesa, por lo que comeremos menos, además, al consumir una manzana, ya nuestro cuerpo siente que hemos comido un postre, por lo que evitamos consumir calorías en exceso