Durante el esfuerzo físico disminuye la insulinemia (cantidad de insulina en sangre); y el músculo, al tiempo de hacerse más permeable a la glucosa, incrementa la expresión de las enzimas necesarias para la síntesis proteica de manera que mejore el anabolismo posterior al catabolismo durante el ejercicio físico intenso.
Cuando tomamos una comida rica en proteínas y carbohidratos, el aumento
de la glucemia provocado por los carbohidratos, genera un aumento de la
insulina que colabora en el efecto anabólico de las proteínas ingeridas.
El problema es el tiempo, ya que el control hepático sobre todos estos
niveles obliga a un proceso lento.
¿Qué podemos hacer si queremos potenciar el anabolismo lo antes posible para revertir el efecto catabólico del ejercicio?
Ahí entran en juego los aminoácidos ramificados, ya que son los únicos
que tienen el enzima desramificante en músculo y se saltan, por tanto,
el control hepático.
¿Cuándo hay que tomarlos, antes, durante o después del esfuerzo físico?
Los estudios más importantes se han hecho con la leucina ya que sabemos
que durante el ejercicio, tanto aerobio como anaerobio o de fuerza, se
produce un significativo descenso en plasma (11 al 30%). De hecho, en el
músculo esquelético se produce una disminución de los niveles de
leucina durante el ejercicio aerobio al mismo nivel que de glucógeno. Además, en los últimos años ha quedado claro
que los aminoácidos pueden activar una vía sensible a los nutrientes en sinergia con la insulina. En este sentido, la
leucina ha demostrado ser el aminoácido más eficiente.
Todo ello nos conduce a la idea de que estos aminoácidos ramificados se
deberían tomar antes del ejercicio, de forma que coincida su presencia
en plasma con su utilización muscular. El problema es que hay que
acostumbrarse.
En 2004, Koopman
R et al publicaron un estudio muy interesante sobre el efecto de una
bebida de reposición en la síntesis proteica post-ejercicio. La bebida
contenía carbohidrato (maltodextrina), proteína (suero de leche) y
leucina y se demostró un efecto anabólico superior al de una bebida con
carbohidratos solos, con proteína sola o con ambas (pero sin leucina).
Además, no olvidemos otros efectos de los aminoácidos ramificados, como
son la reducción de la llamada “fatiga central” por competencia con el
triptófano.