Es sabido por todos que la vitamina C es un potente antioxidante
por lo que en los últimos años se viene utilizando para mejorar el
rendimiento al disminuir el estrés oxidativo provocado por el
entrenamiento. Sin embargo, en los últimos estudios se ha observado
como, entre otras acciones, tiene un potente efecto sobre el cortisol llegando a disminuirlo significativamente.(El Cortisol se libera como respuesta al estrés físico y es precursor del catabolismo de las proteÍnas y por tanto de pérdida de masa muscular).
Existen múltiples estudios dónde se realizaba la
ingesta pre-entrenamiento, post-entrenamiento o incluso a cualquier hora
del día. En todos los estudios la conclusión era la misma, el cortisol disminuía significativamente alcanzando valores cercanos al 60% menos. Además el aclaramiento del mismo se producía una mayor velocidad.
Es decir, era eliminado más rápido. Aunque no se llegó a descubrir cual
es la causa exacta que consigue reducir los niveles de cortisol, parece
ser que la vitamina C actúa sobre la biomarcadores oxidativos pero no
está demostrado científicamente.
En todos los estudios se realizaban ingesta parecidas de entre 0,8 y 1,2 gramos de vitamina C y mantenían la ingesta a diario durante períodos de 6-8 semanas
por lo que de nada sirve tomarla de manera ocasional. En algunos casos
llegan a recomendar ingerir incluso 2 gramos pero aunque es difícil
intoxicarse con esta vitamina al ser hidrosoluble y no almacenarse,
puede provocar problemas estomacales o renales.
También, todos aquellos que toméis pre-entrenos o quemadores de grasa que incluyan cafeína estáis de enhorabuena ya que también ayuda a eliminarla.