Algunos estudios encontraron que dejar de fumar era positivo a cualquier edad, y que los beneficios en personas mayores también eran muy significativos.
En
concreto esta afirmación se basa en resultados de 17 estudios de
diversos países (Australia, China, Inglaterra, Japón, Francia, España y
Estados Unidos) publicados entre 1987 y 2011.
Que los fumadores tienen más factores de riesgo que los no fumadores ya se sabe. Lo interesante es que los ex fumadores tenían 34 por ciento más probabilidades de morir que los que nunca habían fumado. Esto quiere decir que el riesgo se reduce de forma drástica al dejar de fumar, incluso en edades muy avanzadas.
Es cierto que los ex fumadores tienen mayor riesgo que los no fumadores
(34%), pero es un riesgo mucho más bajo que el de los fumadores (83%),
por lo que, sin duda, dejar de fumar es una buena idea, sea cual sea la edad.
A
veces parece que las personas mayores, de más de 70, 80, 90 años de
edad, ya no tienen por qué dejar de fumar, puesto que “algún vicio hay
que tener”, que afirman algunos, y parece que ya no va a ser tan nocivo
como otras patologías o problemas que puedan tener. Disponer de este tipo de información y recordarla de vez en cuando puede ser muy útil para ayudar a los mayores no solo a alargar su vida, sino a que, al tener menos factores de riesgo, dicha vida sea con mejor calidad.