La Testosterona es una hormona sexual predominantemente masculina, con una proporción 10 a 15 veces superior a la mujer, que es sintetizada apartir del colesterol por las células de Leydig, que se encuentran en el testículo, generando espermatozoides (espermatogénesis) y aportan los caracteres sexuales masculinos (distribución del vello, la voz, desarrollo muscular, etc.), en la mujer está presente en los ovarios.
La Testosterona actúa en el metabolismo protéico, en el crecimiento muscular, aumenta el deposito de la fosfocreatina, aumenta la síntesis de glucógeno muscular, en el crecimiento óseo, estimula la eritropoyesis (glóbulos rojos), motiva y da agresividad, provoca cerramiento del cartílago de conjunción (niños). Es una hormona que juega un papel importante en el equilibrio que se produce con el entrenamiento, sus niveles en sangre están más elevados durante la mañana, ya que la liberación se produce durante el sueño o en el entrenamiento, es transportada en sangra por proteínas y se transforma en Dihidrotestosterona que es la forma activa y lista para actuar.
Durante el entrenamiento, a los pocos minutos la testosterona se eleva lentamente en sangre y alcanza el pico máximo entre los 30 y 40 minutos, luego comienza el descenso alrededor de los 90 minutos, en que el rendimiento físico disminuye y se debe esperar hasta que se recupere nuevamente los valores de testosterona que es alrededor de los 40 y 60 minutos y poder iniciar otra etapa de entrenamiento. De esa forma, se logra que cada etapa aumente los niveles en sangre.
Al comienzo de un entrenamiento es conveniente comenzar con ejercicios dinámicos y poliarticulares. Hay estudios que han demostrado que ejercicios cortos e intensos, produce buenos niveles de testosterona, a diferencia de ejercicios extenuantes y prolongados que bajan significativamente los niveles de la hormona.
El sexo estimula la producción de testosterona y aumenta la potencia de los atletas.El rendimiento deportivo de las mujeres estaba directamente vinculado con el número de orgasmos, especialmente en velocistas y saltadoras. Mientras más orgasmos mayor rendimiento.
Más allá de los mitos, está demostrado que la testosterona natural producida por el organismo, aumenta en sangre, durante el sueño, según el tipo de entrenamiento deportivo y con las relaciones sexuales. Estas en forma controlada, con pareja estable, la noche previa a la competición u horas antes, es músculo-relajante, placentero, produce aumento de las endorfinas (sustancias que producen sensación de bienestar), el desgaste físico se calcula alrededor de 100 calorias aproximadamente, que equivale a subir dos pisos o caminar 10 minutos, no implica un agotamiento físico.
Paradójicamente, hay estudios que demuestran que las mujeres teniendo menos nivel de testosterona, con el orgasmo aumenta dicha hormona e incrementa el rendimiento en velocistas y saltadoras.
Aquel deportista que quiera tener relaciones sexuales antes de las competiciones, no tiene efectos negativos para el rendimiento, todo lo contrario, ya que es algo natural y fisiológico.