Un estudio publicado en el Journal Medicine and Science in Sports and Exercise mostró este hecho. En una muestra de 10 hombres entre 22 y 33 años de edad accedieron a ser monitoreados en dos periodos de 24 horas en una cámara de metabolismo basal. Este aparato mide las calorías que el cuerpo gasta en reposo.
En la primera visita a la cámara, las personas evaluadas estuvieron en reposo total en una silla, moviéndose solo para comer. También se les permitió hacer una sesión de estiramientos con duración de dos minutos cada hora durante la tarde. En la noche, la hora de dormir fue a las 10:30 pm hasta las 6:30 am. A esta hora concluyo el estudio del primer periodo. Los individuos quemaron un aproximado de 2400 calorías en un día totalmente sedentario.
La siguiente visita se realizo dos días después de la anterior prueba. El procedimiento fue el mismo con una excepción. a las 11 am, los individuos pedalearon una bicicleta estática en una intensidad alta por 45 minutos.
Durante el ejercicio se quemaron 420 calorías. Las siguientes 14 horas posteriores a la prueba de la bicicleta, los hombres quemaron 190 calorías extras, incrementado el total de calorías quemadas en un 37%. Acorde a este estudio, la quema de calorías se prolonga después de una actividad física. El rango de calorías puede variar según la intensidad del ejercicio.
Los resultados pueden deberse a que el organismo empieza a utilizar mas grasa y menos carbohidratos después de una intensa sesión de ejercicio. Las hormonas liberadas durante la actividad permanecen elevadas en el flujo sanguíneo, incrementado el metabolismo. Y las calorías extras pueden ser quemadas después de que los almacenes de glucógeno se reponen.
