juanluvenegas

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martes, 8 de abril de 2014

LA SAL...DESCONOCIDA Y REPUDIADA...TODA LA VERDAD SOBRE ELLA

Este artículo, anecdóticamente comienza con un chiste....:

-Doctor: "Lo siento, pero tendrá usted que dejar de comer dulces, cosas con grasas, comidas con sal,  alcohol,  pescado azul...."

-Paciente: " Y si hago eso, doctor,  podré vivir más tiempo....."

-Doctor: "Más tiempo no se si podrá vivir, pero largo se le va  a hacer....."




La sal y la evolución

El sodio es un electrolito extracelular y el potasio intracelular. Su equilibrio es tan importante que nuestro cerebro dedica mucho esfuerzo a mantenerlo. Centrarse únicamente en uno es un error.

En la alimentación que nos acompañó durante millones de años el potasio era un mineral abundante en muchos alimentos, por lo que no tenemos ‘detectores’ de su presencia. El sodio sin embargo era escaso, lo que nos hizo desarrollar una gran sensibilidad a su consumo. Nuestro cerebro nos recompensa cuando lo ingerimos, que es simplemente la forma de motivarnos a buscar alimentos ricos en sodio para mantener el equilibrio.

Es decir, tu cuerpo necesita sodio. Limitar artificialmente su consumo pensando que es bueno para el corazón es una mala idea.

La sal es el condimento y preservante más antiguo empleado por el ser humano. Ha marcado el desarrollo de la historia, siendo incluso empleada como moneda por los romanos (y de ahí nuestro salario, que tantas preocupaciones nos trae, más peligrosas para el corazón que la propia sal).

La recomendación máxima de consumo de sal está en 5 gramos (una cucharadita) al día, proponiendo una reducción mayor para aquellos con hipertensión.

Uno de los beneficios de cocinar es que conoces los ingredientes que utilizas. La sal que añades en tu cocina es insignificante en comparación con la que viene escondida en los productos procesados del supermercado (que aporta el 72% de nuestra ingesta de sodio).Entre todos los laimentos, curiosamente, destaca el pan como la principal fuente de sal de muchos españoles.

También sabemos que aumentar la ingesta de potasio puede reducir la tensión arterial incluso en mayor proporción que limitando el sodio, pero es muy raro que veamos recomendaciones en este sentido. Menos sal es lo único que aparece en los titulares.

Limitar el sodio reduce ligeramente la tensión (aunque no en todos los casos), pero también puede perjudicar otros indicadores, como los triglicéridos o la resistencia a la insulina.
  
Conclusión
Un exceso de sodio es perjudicial, como un exceso de cualquier otra cosa, pero las recomendaciones actuales son excesivamente simplistas, engañosas y para muchas personas directamente perjudiciales.

En vez de obsesionarte por contar los gramos de sodio que consumes, simplemente reduce los alimentos industriales y añade la sal que te pida el cuerpo, sobre todo no refinada.

Cuando tu alimentación se basa en comida real, tu gusto por la sal suele ser un buen indicador de la que realmente necesitas.

Si eres de los que le gusta tirar de sal (1-2 cucharaditas) en tus comidas,  recuerda que esto depende también del potasio en tu dieta. ¿Cómo asegurar que comes suficiente potasio? Incorporando más vegetales y alguna fruta: espinacas, aguacate, plátano y buenas noticias…chocolate muy negro.

Si realizas actividad física y sudas bastante es recomendable que estés más cerca de las dos cucharaditas.