Nuevas evidencias apoyan el uso del triplete formado por el condroitin sulfato, el sulfato de glucosamina y el omega3 en la prevención y mejora de la lesión del cartílago articular.
El condroitín sulfato
forma parte de los constituyentes estructurales del
cartílago que contribuyen a aportar a este sus propiedades mecánicas y
elásticas -gracias a la propiedad de retención de agua que permite que el
cartílago articular se estire cuando se encuentra sometido a fuerza mecánica-,
es decir, son claves en evitar el deterioro en las enfermedades articulares
degenerativas
El sulfato de
glucosamina es un principio activo de origen biológico presente en el
organismo humano y sintetizado a partir de la quitina que se extrae de las conchas
y/o caparazones de crustáceos. La acción terapéutica del sulfato de glucosamina
se debe a que favorece la síntesis de proteoglucanos, y también
posee una actividad antiinflamatoria propia.
La combinación de ambos compuestos, junto con los ácidos grasos omega-3 está siendo la llave de
la llamada protección articular o condroprotección.
La gran seguridad de estos productos, con escasos efectos
secundarios, están ganando importancia en la
prevención y/o tratamiento de las lesiones del cartílago articular.
Actualmente existe en el mercado un compuesto llamado ARTIPRO de la casa HIGH PRO NUTRITION que combina estas 3 sustancias.