juanluvenegas
martes, 14 de mayo de 2013
ASPECTO PSICOLÓGICO DE LA ANSIEDAD POR COMER
No siempre que comemos lo hacemos porque tenemos hambre, existen otras variables que nos pueden llevar a querer comer sin que sea necesario,y se debe a un factor psicologico muy pronunciado.
Pensad en vuestros encuentros con familiares y amigos: ¿no suelen tener lugar la mayoría de las veces alrededor de un plato de comida?. Las ocasiones especiales como Navidad, Semana Santa, cumpleaños, bodas… tienen siempre a la comida como protagonista.
Este hecho hace que inconscientemente asociemos la comida a momentos determinados en los que nos hemos sentido felices o dichosos. Ejemplo: tienes una amiga a la que hacía mil años que no veías, y cuando por fin quedais te invita a comer unos dulces (riquísimos, por cierto) mientras os poneis al día de todas vuestras cosas. Ahora, cada vez que hablas con esta amiga te acuerdas de los dulces, con el consiguiente antojo, claro.
Cuando nuestra vida personal o profesional no va todo lo bien que desearíamos, mucha gente se refugia en la comida porque de algún modo evoca en su mente esos momentos felices que han vivido alrededor de una mesa.
Sirva como ejemplo, aunque sea un topicazo, la típica escena de película americana en la que a la chica le acaba de dejar su novio y ahoga las penas con un enorme bol de helado (si hay suerte, bajo en calorías).
Estas situaciones en las que consumimos comida (que además no suele ser muy sana) por un factor emocional pueden llevarnos a un consumo excesivo y por tanto al sobrepeso. Si, aún sin que nos demos cuenta, asociamos comida a bienestar emocional, podemos caer en un círculo vicioso que nos haga consumir más de lo necesario.
Debemos recordar que nuestro músculo más fuerte es nuestra mente: desde ahí podemos controlar todo nuestro cuerpo. Una de las cosas más interesantes que necesitamos aprender es a identificar si realmente tenemos hambre: en ocasiones no es hambre de comida, sino de aceptación, de compañía o de relajación. Si sabemos distinguir cuál es el origen del hambre, tendremos controlado el 90% de la situación.
¿Recordáis alguna ocasión en la que una situación emocional os haya llevado a pegaros un atracón?
Buscaros una ocupación, una diversión o un hobby y mantened vuestra mente ocupada..., es una buena forma de combatir la ansiedad por comer.