En primer lugar podemos confirmar que efectivamente, se trata de un alimento predominantemente alto en grasa, aproximadamente 65 gramos de grasa y 654 kcal por cada 100 gramos de nueces.
De la totalidad de los lípidos en las nueces destacan principalmente los ácidos grasos poliinsaturados (47%). El contenido en ácidos grasos monoinsaturados es del 9% y de ácidos grasos saturados es del 6%. Las nueces presentan también omega 3 y omega 6, indispensables para nuestro organismo.
Por cada 100 gramos de nueces tenemos además 15 gramos de proteínas y 14 gramos de hidratos de carbono.
Las nueces no son un alimento con un alto contenido en vitaminas. De hecho su contenido de vitaminas liposolubles (A,D,E,K) es prácticamente nulo. Todas las vitaminas que contiene son hidrosolubles, principalmente del complejo B. En cambio, la presencia de minerales en las nueces es mayor, destacando sobre todo el manganeso y el cobre. También hay un interesante aporte de magnesio y fósforo.
Es de importancia recordar que es uno de los frutos secos con más cantidad de antioxidantes. No obstante, quizá la pega de este alimento sea su alta densidad energética, es decir, su alto contenido energético para el tamaño que tiene.
Además de estar recomendada para el ámbito deportivo, las nueces deberían incluirse en el día a día para mantener una dieta equilibrada y saludable. Recordad que el aporte de grasas, sobre todo si son saludables, es esencial para el organismo.
Las grasas cumplen muchas funciones, como por ejemplo función estructural en la membrana de las células, así como también para servir de precursoras de ciertas sustancias, como algunas hormonas.
