juanluvenegas

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martes, 15 de enero de 2013

¿QUÉ SABEMOS DE LA HORMONA DEL CRECIMIENTO?

La hormona del crecimiento (GH), también denominada somatotropina, es una proteína secretada por una glándula endocrina, la hipófisis.  La GH tiene numerosos efectos en el organismo,  favorece la absorción y la síntesis proteica en el músculo esquelético, hipertrofiando las fibras de tipo I y de tipo II. Los efectos de la GH pueden producirse de manera directa e indirecta a través de factores de crecimiento similares a la insulina por el hígado y otras células.

La GH es conocida por su importancia para el desarrollo normal en  edades infantiles , pero también juega un papel importante papel en las adaptaciones al entrenamiento. Los principales efectos de la GH sobre nuestro organismo son los siguientes:
  • Disminuye el uso de glucosa
  • Disminuye la síntesis de glucógeno
  • Aumenta el transporte de aminoácidos
  • Aumenta la síntesis de proteína
  • Aumenta el uso de ácidos grasos
  • Aumenta la lipólisis, es decir, el uso de grasas como fuente de energía
  • Aumenta la disponibilidad de glucosa y aminoácidos
  • Aumenta la síntesis de colágeno
  • Estimula el crecimiento del cartílago
  • Aumenta la retención del nitrógeno, sodio, potasio y fósforo
  • Aumenta el flujo de sangre de los riñones y la filtración
  • Favorece la función inmunitaria
Por lo visto anteriormente, la GH crea condiciones favorables para la reparación de tejidos y la recuperación después del entrenamiento, siendo una de las hormonas anabólicas más potentes. Sus niveles en sangre son más elevados por la noche, en las horas de sueño, liberándose de forma pulsátil. El ejercicio parece aumentar la amplitud y el número de pulsos nocturnos, que están involucrados en diferentes mecanismos de reparación.

Hay varios factores externos que alteran el patrón de liberación de la GH:
  • Edad: los niveles de GH son mayores en la adolescencia y en adultos jóvenes.
  • Sexo: las mujeres tienen niveles de GH más altos que los hombres.
  • Sueño: son mayores los niveles de GH en las horas nocturnas durante el sueño.
  • Dieta: el consumo de alcohol, por ejemplo disminuye la secreción de la GH.
  • Hábitos de vida:  el ejercicio aumenta los niveles de GH.

“Liberadores” de la hormona del crecimiento

Los endocrinos, para valorar la respuesta normal de la GH, administran por vía intravenosa arginina, un aminoácido que aumenta la secreción de la GH en sujetos sanos. Ésta es la base de la estrategia de marketing de los “liberadores” de la GH. Sin embargo, no se ha podido demostrar que la administración oral de arginina produzca un aumento en los niveles de GH similar a cuando es inyectada.

Otro ejemplo lo tenemos con la ornitina, un aminoácido tres veces más potente que la arginina cuando se administra mediante inyección intravenosa. En un trabajo de investigación se estudió el efecto de la administración oral de ornitina sobre la liberación de GH en culturistas, con varias dosis de hasta más de 12 gramos. Pues bien, aunque se produjo un aumento en los niveles de GH 90 minutos después de la toma, el aumento fue menor que la elevación normal observada durante el sueño en personas sanas. Además, y debido a la elevada dosis de ornitina ingerida, todos los sujetos se quejaron de calambres en el estómago y diarrea. En cambio, las dosis de aminoácidos comercializadas para “liberar” GH suelen contener apenas 250 mg  de arginina y ornitina, por lo que podéis imaginar los dudosos beneficios que producirá.

Así pues, uno de los mejores liberadores de GH que hay es el entrenamiento, así como cualquier ejercicio que aumente la concentración de ácido láctico en sangre. La elevación de la concentración de la GH que se puede producir en hombres y mujeres en respuesta al ejercicio de alta intensidad combinado con tiempos de recuperación cortos es tan grande como la obtenida mediante la infusión intravenosa de arginina. El consejo es que no desperdiciéis vuestro dinero ni vuestro tiempo en productos que dicen aumentar los niveles de GH en nuestro organismo.