Cuando no desayunamos y las reservas de glucosa están bajo mínimos la
hormona cortisona se activa para sacar energía de las proteínas
musculares, que en el hígado se trasformarán en glucosa. Este proceso de
autocanibalismo es uno de los que sucede cuando ayunamos, por eso hay
que desayunar si no quieres perder masa muscular.
Además
de este canibalismo que hace que perdamos masa y tono muscular, el
cerebro se pasará toda la mañana preocupado de cómo sacar la energía que
le falta, por eso rendiremos menos si hay tareas intelectuales o físicas, algo que afecta también indirectamente a la capacidad de recuperación y regeneración muscular.
Podemos
pensar que es algo exagerado que por no desayunar vayamos a perder
músculo, pero estamos hablando de un hábito que repetimos a diario, y
esa mínima pérdida diaria se va convirtiendo en algo importante con el
paso de los días, que como mínimo, dificulta que podamos ganar masa muscular con normalidad si ese es nuestro objetivo.
Por tanto, si te preocupan tus músculos y eres de los que se salta el desayuno,
hoy es un buen día para cambiar de hábitos.