Medalla de bronce con sabor a valiosa; y es que jamás he hecho 8000 metros tan al límite y 4000 después tan exausto.
Pau Llobel era el rival a batir y Lucas Albadalejo el rival a vigilar; lo tuve claro desde el principio, me pegué a Pau como una lapa y pronto estábamos rodando en cabeza a velocidades extratosféricas. Yo pensaba que a ese ritmo no tardaría mucho en desfachecer y afortunadamente pude aguantar 8km, a partir de ahí los 4 últimos kilómetros había que hacerlos muriendo encima de la piragua. Lucas Albadalejo me iba recortando distancia y a falta de 1500 metros me dió caza, ya sabeis que el que viene de atrás, remontando, siempre viene más fuerte. Entramos en la recta de meta y con un pequeño cambio de ritmo me soltó de ola y me relegó sin piedad al bronce.
Pau Llobel, extraordinario, nos metió 2 minutos en meta y demostró ser un digno Campeón de España, Lucas, veterano, estuvo a la altura, y yo hice todo lo que pude, reconozco que han sido mejores.
Tras el calentón de la regata, donde treminé francamente vacío, tenía 2 horitas para recuperar, y afrontar otra carrera en la modalidad de sprinter. A la 13:30 con una humedad del 90%, sin ni siquiera una rácana brisa de viento y 38º de temperatura, la cosa pintaba a infierno, y os prometo que así fue. El recorrido fue modificado de 14 a 20 km, una salvajada desde mi punto de vista, teniendo en cuenta que el 40% de los piragüistas estábamos doblando. La historia se resume en que cuando llegué a la orilla, los auxiliares de la organización tuvieron que sacar mi barco del agua porque a mi no me quedaban fuerzas para levantarlo. Para olvidar.......
Mi equipo consiguió hacerse con el Campeonato de España en K-2 con Rafa Esteban y Joaquín González, por cuarto año consecutivo.
Personalmente estoy muy satisfecho con mi rendimiento y con la medalla conseguida, si lo das todo pero sales derrotado, sólo te queda felicitar a los que han sido mejores. Aquí os dejo mi trofeo; una medalla ganada con sufrimiento a la que otorgaré un valor especial....