Analizadas ambas cuestiones, los fisiólogos especialistas llegaron a la conclusión de que había que evitar una digestión compleja de alimentos para favorecer la normalización y de esta forma los hidratos ingeridos para mejorar la recuperación tenían que ser de rápida asimilación (digestión menos compleja).
Anteriormente nos habíamos referido a los carbohidratos de absorción rápida con algunos ejemplos de alimentos agrupados en esta categoría, pero existe una alternativa, la ingesta de hidratos de carbono sintetizados, de asimilación ultrarápida y que podemos encontrarlos en el mercado bajo el nombre de L-GLUTAMINA.
La L-Glutamina es un aminoacido que contribuye a la recuperación del glucógeno muscular después de que hayan disminuido o se hayan agotado los niveles de glucógeno intramuscular al final de un entrenamiento. Esto resulta crucial para deportistas de resistencia.
Del mismo modo se ha demostrado que la l-glutamina favorece la sintesis protéica lo que nos permite la regeneración muscular y la cicatricación de las heridas. La glutamina es obviamente importante para prevenir la perdida muscular en tiempo de estrés excesivo (entrenamiento).
El rango de la dosificación será variable en función del peso de la persona: 1 gramo por cada 10 Kg. de peso corporal; por ejemplo: un individuo de 80 Kg. manejará una ingesta de 8 gramos/día la primera semana, después de 16 gramos y por último 21 gramos. No debe excederse una dosis de 25 gramos diarios de L-Glutamina, ya que no puede absorberse en mayor cantidad.
Tampoco debe consumirse L-Glutamina antes del entrenamiento, ya que se usaría con fuente energética y no como recuperador.
Esta sustancia es totalmente natural, no tiene efectos secundarios y puede adquirirse en establecimientos especializados en nutrición deportiva.