juanluvenegas

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viernes, 19 de septiembre de 2014

NO ES LO MISMO PERDER PESO QUE PERDER GRASA.....


Perder grasa y perder peso son cosas muy diferentes. Tu peso se compone de agua, grasa, músculo, huesos, órganos…
Los que se pasan la vida a dieta tienen muchas probabilidades de perder músculo e incluso densidad ósea, y esto es lo último que tu cuerpo necesita. El músculo no sólo da forma a tu cuerpo, ayuda a quemar grasa y sobre todo es tu fuente de juventud, tu seguro de vida.

Imagínate dos personas que están a dieta. La primera pierde 2.3 Kg de grasa y la segunda pierde 2,5 Kg de músculo. Si sólo miran la báscula ambos estarían igual de contentos, pero el resultado visual (y en salud y cpacidad física) es muy diferente.

Es un ejemplo extremo, rara vez pierdes únicamente grasa o únicamente músculo, pero la forma en la que reduces las calorías (comida) y la forma en la que aumentas el gasto energético (ejercicio) impacta significativamente el resultado final.

Varios estudios indican que el rendimiento físico es óptimo en niveles alrededor del 10% de grasa corporal en los hombres y del 19% en mujeres.

Pero hay que tener cuidado, a medida que tu grasa corporal baja de esos niveles y te acercas al nivel de grasa esencial, tu capacidad física y tu salud sufren. O si piensas únicamente en calorías y macronutrientes pero no en micronutrientes esenciales y en la calidad de tus alimentos, puedes verte bien en el espejo durante un tiempo, pero estás hipotecando tu salud futura.

En resumen, olvídate del peso y piensa en optimizar estas tres variables: composición corporal, capacidad física y salud. El peso como indicador aislado dice poco.

Quien diga que las calorías no importan está equivocado, pero también lo está quien diga que sólo las calorías importan. Es decir, tus hormonas responden a la cantidad y a la calidad.

Aunque todas las hormonas son importantes, podríamos decir que las responsables de controlar tu metabolismo, y a las que debes prestar especial atención, son la insulina y la leptina.

Insulina
La insulina determina si estás en modo de almacenamiento o en modo de liberación. Mirando alrededor parece evidente que la mayoría de personas pasan mucho más tiempo en modo de almacenamiento (insulina elevada).

La insulina es la encargada de llevar los nutrientes y la energía a tus músculos para que estos crezcan, pero también es la principal responsable de almacenar grasa cuando el músculo está lleno.

Pero en cuanto la insulina se eleva tu cuerpo detiene la quema de grasa y pasa de nuevo a modo almacenamiento. Es importante entender bien este punto cuando estás intentando perder grasa, y es uno de los motivos por los que reducir la ingesta de carbohidrato puede ayudar a quemar grasa, especialmente en personas con poca sensibilidad a la insulina.

Leptina
La leptina es una especie de indicador de la energía que tu cuerpo almacena en forma de grasa, por lo que se eleva cuando tu % de grasa aumenta y disminuye a medida que tus reservas de grasa se reducen.

Cuando la leptina disminuye en exceso aumenta tu apetito y se ralentiza el metabolismo a través del tiroides. Es la respuesta natural de tu cuerpo ante un déficit calórico constante. Si esta situación se prolonga en el tiempo el cuerpo llega incluso a desactivar ciertos sistemas no vitales, como las hormonas sexuales.

Obviamente esto no es bueno, y una forma de resolver el problema es con recargas periódicas de carbohidrato, que envían la señal a tu cerebro de que la comida es abundante de nuevo (llegó el verano!) y puede volver a activar los sistemas durmientes y a quemar grasa sin miedo.
Tanto la alimentación como el ejercicio son fundamentales para mantener el equilibrio entre la insulina y la leptina, así como todas las hormonas que a su vez dependen de ellas.