Una de las cosas más importantes para progresar en el deporte es el descanso, cuando descansamos es cuando nuestro cuerpo se recupera del esfuerzo realizado, nuestros músculos recomponen sus fibras y nos cargamos de energía, entre otras muchas cosas que suceden sobre todo cuando dormimos.
Cuando estamos realizando un plan de entrenamiento o vamos a planificarlo es de suma importancia tener en cuenta los días de descanso que vamos a elegir y de qué forma descansaremos (activa o pasiva).
Descanso pasivo
El descanso pasivo consiste simplemente en no hacer absolutamente nada durante los días de descanso. Es recomendable cuando venimos de realizar un esfuerzo sobrehumano el día anterior, como puede ser por ejemplo una maratón o incluso una media si nos encontramos realmente cansados y sin fuerzas.Este tipo de descanso es totalmente válido, ya que con él recuperamos energía; alimentamos bien nuestros músculos y reducimos nuestros niveles de cortisol, pero todavía existe un tipo de descanso mejor que este, el descanso activo.
Descanso activo
El descanso activo consiste en que en tu día de descanso hagas algún tipo de actividad física que suponga poco esfuerzo: una caminata de 5 km, rodar un poco en bicicleta en terreno llano o cosas así. ¿Qué conseguimos con esto?Además de descansar igual que en el descanso pasivo, ya que no estaremos realizando ningún esfuerzo, gracias a que estamos en movimiento favoreceremos la circulación de sangre por nuestro cuerpo, lo cual acelera el proceso de recuperación ya que llegan más nutrientes a nuestros músculos. Además, si tenemos los músculos un poco agarrotados, nos ayudará a soltarlos un poco.
Algo que también da muy buen resultado un día de descanso son los estiramientos o un buen masaje, que también nos ayudará a soltar un poco los músculos.
