Una de las principales peculiaridades de esta vitamina es que nuestro cuerpo no tiene facilidad a la hora de
sintetizarla. Para que el organismo aproveche la vitamina D
es necesaria la energía solar, ya que mediante la acción de los rayos
del sol el organismo será capaz de asimilar y sintetizar esta vitamina, y
así poder utilizarla en los procesos en los que es necesaria. Si nos
falta la luz del sol, la vitamina D no podrá ser aprovechada con las
consecuencias que esto acarreará a nuestra salud.
Asimilación de los minerales
Hay que destacar la importancia que tiene la vitamina D en la
asimilación y aprovechamiento de los minerales
que recibe nuestro cuerpo. Sobre todo en el caso del calcio es de
especial importantica la acción de esta vitamina. Sin ella el organismo
no podría aprovechar el calcio que se obtiene de los alimentos. La
vitamina D hace que el calcio sea asimilado por las diferentes partes
del organismo donde es necesario, como los huesos. Además hay que tener
en cuenta que también interviene en la asimilación del fósforo. La
vitamina D incrementa la reabsorción de los mismos en los riñones además
de en los intestinos, de modo que aumenta su concentración en sangre y
en los huesos como comentamos anteriormente.
Importante en épocas de crecimiento
La
vitamina D no es solamente necesaria para la buena absorción de algunos
minerales, sino que su función va más allá, sobre todo en la infancia,
época en la que nuestro cuerpo está en
constante crecimiento.
La acción de la vitamina D permitirá el correcto desarrollo de todos
los huesos, ya que interviene directamente en el crecimiento de los
mismos. Su falta en esta época hará que los individuos que la padecen no
se desarrollen correctamente, dando lugar a una enfermedad conocida
como raquitismo que afecta a niños mal alimentados, que pasan mucho
tiempo sin que les dé el sol y sin hacer actividades al aire libre.
Aliada de los huesos
Mantener
unos buenos niveles de vitamina D no es necesario solo en la época más
infantil debido a que justamente es cuando estamos en pleno desarrollo,
sino que en todas las épocas de la vida es necesario mantener unos
buenos niveles para así conseguir unos
huesos fuertes.
Sobre todo, es muy importante que en la tercera edad conservemos unos
huesos fuertes para evitar problemas como la osteoporosis. El ejercicio,
además de la luz solar, serán unos buenos fortalecedores de los huesos
que forman nuestro organismo.