juanluvenegas

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lunes, 3 de diciembre de 2012

RECONOCER LOS DISTINTOS TIPOS DE CARBOHIDRATOS (GLÚCIDOS)

Existen tres grandes tipos de glúcidos (hidratos de carbono - carbohidratos):

LOS AZÚCARES SIMPLES: son los azúcares contenidos en las frutas, la miel o en los productos lácteos y, muy a tener en cuenta, en los azúcares añadidos a los productos que encontramos en los supermercados haciéndose pasar por alimentos. Si en la etiqueta de un producto aparecen términos como: sacarosa, dextrosa, glucosa-fructosa, sirope de malta, eso significa que ese producto lleva azúcar añadido. Y este azúcar añadido, aunque no nos demos cuenta, puede llegar a significar el 10% de las calorías totales que consumimos.

LOS ALMIDONES: están formados por la unión de varias moléculas de azúcar y se encuentra en los cereales y sus harinas, las leguminosas, las patatas y algunas verduras, por ejemplo.

LAS FIBRAS ALIMENTARIAS: sólo se encuentran en los productos vegetales como verduras, frutas y los cereales integrales. Son fibras muy complejas que nuestro organismo apenas digiere aunque las bacterias que habitan nuestro intestino extraen una pequeña cantidad de los azúcares que contienen.

La principal diferencia entre estos tipos de azúcares se encuentra en la rapidez con que son absorbidos en el intestino y pasan a la circulación sanguínea. Los azúcares simples se asimilan muy rápido y obligan al páncreas a segregar grandes cantidades de insulina para poder aprovecharlos.

Los almidones complejos y la fibra alimentaria, por el contrario, se degradan mucho más lentamente y la aparición del azúcar en la sangre es gradual, siendo mucho menor la producción de insulina necesaria.
Para medir estas diferencias se utilizan, hoy en día, conceptos como Índice glucémico y carga glucémica, que se establecen para cada alimento y que nos indican la rapidez del aumento de la tasa de glucosa (azúcar) en sangre tras ingerirlo. Este es un concepto fundamental para el control de la dieta de las personas diabéticas y prediabéticas.