juanluvenegas

juanluvenegas

lunes, 25 de febrero de 2013

ALCOHOL Y DEPORTE


El alcohol tiene efectos sobre nuestro organismo que pueden influir en el desempeño de nuestras facultades físicas, por eso, un buen consejo para obtener un mejor rendimiento deportivo es limitar la ingesta de alcohol, es decir, reducir su frecuencia de consumo así como la cantidad.

Ya hemos dicho que el botellón y el deporte no son buena combinación, pero aquí de lo que hablamos es de intentar espaciar la ingesta de alcohol para no beberlo a diario y cuando se consume, no pasar de una copa de vino o una cerveza al día.

Si bebemos más, el alcohol influirá en el metabolismo energético, incentivando el almacenamiento de grasas y pudiendo causar hipoglucemias, algo que sabemos, impedirá el esfuerzo físico.

Por otro lado, el alcohol consumido en exceso por un período prolongado de tiempo ocasiona una reducción en la absorción de ácido fólico, nutriente fundamental para prevenir estados de anemia, y también disminuye la absorción de vitaminas del complejo B, necesarias para metabolizar hidratos de carbono y para el normal funcionamiento del sistema nervioso, la base de la contracción muscular.

Asimismo, el alcohol limita la absorción de calcio, pudiendo ser además de un causante de deterioro óseo, un impedimento para la contracción muscular.

Y como si fuera poco, el alcohol reduce los niveles de antioxidantes en el organismo y suma estrés, lo cual reduciría las posibilidades de que nuestro cuerpo se recupere correctamente tras el esfuerzo.

Por último, no debemos olvidar que el alcohol tiene efecto diurético, y así, mientras entrenamos existe alto riesgo de deshidratarnos lo cual sabemos, reduciría notablemente el rendimiento deportivo.
Ya sabes, no hablamos de embriagarse cada día, sino que simplemente con beber más de 2 cervezas a diario en los hombres o más de una  en las mujeres, ya estaríamos en presencia de un exceso de alcohol, desaconsejable si queremos un mejor rendimiento deportivo.